sobre mí
Mi nombre es Antonio Galealba, aunque Galealba, en realidad, no es mi apellido.
Nací hace 34 inviernos en la ciudad de las palmeras y me considero 100% biófilo, pues mi necesidad por vivir en constante contacto con la naturaleza es absoluta desde que con 6 meses de vida, mis padres me llevasen a mi primera expedición montañera.
También crecí rodeado de fotografía, en blanco y negro, de la que mi padre revelaba en casa y en su estudio durante los años en los que se dedicó a la fotografía profesional. Quizás por eso, aunque primero estudié forestales, después decidí dejar mi trabajo de gestor forestal y lanzarme a estudiar fotografía.
A día de hoy, ya son 10 los años que llevo dedicándome a este maravilloso arte, el cual se ha convertido en mi profesión, mi pasión y mi forma de entender de vida.
Trabajo principalmente como fotógrafo de eventos, bodas y fotografía corporativa, realizando una media de 20 reportajes de boda anuales en España y el extranjero y trabajando para empresas y agencias de comunicación de Alicante, Madrid, Barcelona, Murcia o Granada principalmente.
Además, en 2019 fundé la escuela de fotografía Voorpret, en la que también ejerzo de profesor.
Trabajo principalmente como fotógrafo de eventos, bodas y fotografía corporativa, realizando una media de 15 reportajes de boda anuales en España y el extranjero y trabajando para empresas y agencias de comunicación de Alicante, Madrid, Barcelona, Murcia o Granada principalmente.
Para mí, la vida es fotografía, narrar historias con mi cámara es mi día a día y mi marca y mi empresa, son mi inspiración, por ello, sea cual sea tu necesidad fotográfica, la llevaré a cabo con el 100% de mi dedicación.
Conciencia medioambiental
Pertenezco a asociaciones ecologistas desde los 14 años.
Por ello, desde que tengo mis propios negocios, todos los años dedico una parte de mis beneficios y mucho de mi tiempo libre a colaborar activamente con asociaciones vecinales y ecologistas de mi alrededor, además de desarrollar mis propios proyectos a nivel personal.
Durante los últimos dos años hemos conseguido:
Estamos destruyendo un planeta que fue perfecto y no habrá una segunda oportunidad. Cada una y cada uno de nosotros tenemos las herramientas suficientes para cambiar la dinámica, sólo tenemos que levantarnos y comenzar a actuar.